Me estoy aficionando yo a esto de escribir casi todos
(por no decir todos) los días en el blog. Hace cosa de tres semanas es pobre
estaba casi abandonado, y ahora, lo sobreexploto al pobre. Pero es que, cuando
no tienes a nadie en carne y hueso para contarle “tu vida” un blog ayuda en
cierta parte a desahogarte de algún modo.
Nada, esto tiene los días contados. En Navidad, lo más
seguro es que vuelva a caer en el abandono más profundo. Desde luego, que mala
soy con él; solo lo utilizo cuando me conviene…
Un día más o un día menos en Londres… Hoy es martes, 27
de septiembre de 2011. Aún. Sí, aún. Hace justo dos semanas que llegué y a mí
se me han hecho como dos siglos.
A ver… esto quiere decir que más o menos, tengo que
quintuplicar este tiempo antes de volver a España. O sea, que me quedan 10
semanas o lo que es lo mismo, 10 siglos. Genial. 76 días exactamente con un concierto de los
Mars por medio que me dejará “respirar” un poco por lo menos 2 días. Por lo que
en ese caso, quedarían “74 días”.
Por favor…menudo rollo que me estoy montando.
¡Qué lástima! Con lo bonito que es Londres, con los
sitios tan espectaculares que tiene y yo, con ganas de que llegue Diciembre para
volver a España.
Supongo que simplemente, no he tenido suerte y ya está. Aguantar
y aguantar cómo se pueda. El tiempo no se va a parar. Cómo mucho, a mi me
pasará leeeento y esto se me hará eterno, pero el tiempo, sigue corriendo.
Antes de ayer, mi madre me compró una camiseta de los
Mars que no tenía en la feria de San Mateo. (Creo que es la misma que la que
llevó mi aranpolla Patrichis al concierto del BBK) y claro, ayer me lo contó
super ilusionada. Obviamente, me la transmitió a mí y a su vez, me puse super
contenta. ¿Qué pasa? Quería abrazarla. Si lo hubiera hecho estando en Logroño,
mi primera reacción hubiera sido esa, abrazarla y comérmela a besos.
Qué sensación tan mala cuánto estás deseando achuchar a
alguien y no puedes. Lo había experimentado varias veces ya, pero no con tanta
ansia como la de ayer. Es una tontería, es una camiseta de 10€ de mi grupo favorito,
pero… yo noté lo feliz que estaba ella con “su compra” y las ganas tan
tremendas que tenía de decírmelo porque ella sabía, que a mí me haría muchísima
ilusión.
Cuando colgué el teléfono, me derrumbé. Entre que había
sido un día de lo más horrible entre lo horribles que son aquí los días de por
sí y ese sentimiento de impotencia de querer agarrarla y no soltara… Sí, me
bajé al jardín, me encendí un cigarro y al mismo tiempo que me empezaban a caer
lágrimas, se puso a llover. Cómo de película, pero en este caso, “hechos
reales”.
Me da igual que si alguien está leyendo esto y le parece
un melodrama. Me da igual que alguien pueda llegar a pensar que soy una cría
que sigo mamando de la teta de mi madre. Me da igual lo que una persona ni
corazón pueda llegar a pensar después de leer esto.
Si por llorar por mi madre, si por echarla de menos, si
por quererla con todo mi corazón soy una cría o lo que me quieran etiquetar,
vale, genial. Orgullosa me siento de ello, de poder decir que tengo madre y que
la adoro. Qué es más que mi madre; es mi mejor amiga.
En fin, cómo dice tú Chayanne, te echo de menos…
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