martes, 27 de septiembre de 2011

76


Me estoy aficionando yo a esto de escribir casi todos (por no decir todos) los días en el blog. Hace cosa de tres semanas es pobre estaba casi abandonado, y ahora, lo sobreexploto al pobre. Pero es que, cuando no tienes a nadie en carne y hueso para contarle “tu vida” un blog ayuda en cierta parte a desahogarte de algún modo.
Nada, esto tiene los días contados. En Navidad, lo más seguro es que vuelva a caer en el abandono más profundo. Desde luego, que mala soy con él; solo lo utilizo cuando me conviene…

Un día más o un día menos en Londres… Hoy es martes, 27 de septiembre de 2011. Aún. Sí, aún. Hace justo dos semanas que llegué y a mí se me han hecho como dos siglos.
A ver… esto quiere decir que más o menos, tengo que quintuplicar este tiempo antes de volver a España. O sea, que me quedan 10 semanas o lo que es lo mismo, 10 siglos. Genial.  76 días exactamente con un concierto de los Mars por medio que me dejará “respirar” un poco por lo menos 2 días. Por lo que en ese caso, quedarían “74 días”.
Por favor…menudo rollo que me estoy montando.
¡Qué lástima! Con lo bonito que es Londres, con los sitios tan espectaculares que tiene y yo, con ganas de que llegue Diciembre para volver a España.
Supongo que simplemente, no he tenido suerte y ya está. Aguantar y aguantar cómo se pueda. El tiempo no se va a parar. Cómo mucho, a mi me pasará leeeento y esto se me hará eterno, pero el tiempo, sigue corriendo.

Antes de ayer, mi madre me compró una camiseta de los Mars que no tenía en la feria de San Mateo. (Creo que es la misma que la que llevó mi aranpolla Patrichis al concierto del BBK) y claro, ayer me lo contó super ilusionada. Obviamente, me la transmitió a mí y a su vez, me puse super contenta. ¿Qué pasa? Quería abrazarla. Si lo hubiera hecho estando en Logroño, mi primera reacción hubiera sido esa, abrazarla y comérmela a besos.
Qué sensación tan mala cuánto estás deseando achuchar a alguien y no puedes. Lo había experimentado varias veces ya, pero no con tanta ansia como la de ayer. Es una tontería, es una camiseta de 10€ de mi grupo favorito, pero… yo noté lo feliz que estaba ella con “su compra” y las ganas tan tremendas que tenía de decírmelo porque ella sabía, que a mí me haría muchísima ilusión.
Cuando colgué el teléfono, me derrumbé. Entre que había sido un día de lo más horrible entre lo horribles que son aquí los días de por sí y ese sentimiento de impotencia de querer agarrarla y no soltara… Sí, me bajé al jardín, me encendí un cigarro y al mismo tiempo que me empezaban a caer lágrimas, se puso a llover. Cómo de película, pero en este caso, “hechos reales”.

Me da igual que si alguien está leyendo esto y le parece un melodrama. Me da igual que alguien pueda llegar a pensar que soy una cría que sigo mamando de la teta de mi madre. Me da igual lo que una persona ni corazón pueda llegar a pensar después de leer esto.
Si por llorar por mi madre, si por echarla de menos, si por quererla con todo mi corazón soy una cría o lo que me quieran etiquetar, vale, genial. Orgullosa me siento de ello, de poder decir que tengo madre y que la adoro. Qué es más que mi madre; es mi mejor amiga.

En fin, cómo dice tú Chayanne, te echo de menos

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