Su hermana (que en paz descanse), ya cuando yo era
pequeña me lo decía “sois tan iguales, sin duda, has salido a ella, te pareces
a ella…tanto físicamente como psicológicamente”
Y es verdad, con el paso de los años me he dado cuenta…Ella
es yo, pero en diferentes generaciones.
Solo le hace falta mirarme a la cara por un segundo para
saber cómo estoy y qué me pasa. Tiene un sexto sentido conmigo y es a la única
persona a la que se lo noto.
Hay mucha gente que me sabe entender, que sabe hablar
conmigo, que sabe cómo soy, cómo tratarme…pero ella, ella es diferente. Es como
si supiera meterse dentro de mi mente y entenderla
y descifrarla de principio a fin.
Resulta ser increíble lo increíble que es ella. Sería
otra persona por la que daría la vida sin dudarlo, porque ella…ella ha dado
parte de su vida por mí desde que llegué al mundo hace ya más de 18 años.
Me vienen a la cabeza tantos bonitos recuerdos siempre
que pienso en ella. Son todo cosas maravillosas, pequeños y grandes detalles
que estoy segura, jamás se borrarán de mi mente.
¡Ohhh sí! Sus comidas, sus meriendas, sus cenas… Siempre que bajo a su casa de Logroño o
estamos en el pueblo tiene algo para mí, aunque le diga que acabo de comer. Sé
que ha visto lo más negro de mi (bueno, todos tenemos una mala época) pero
también ha visto mis mejores momentos, y por eso, me sigue tratando como la
niña inocente de 5 años que comía “chirlas” con un babero hecho a mano por ella
misma en su plato favorito de Bambi… Sí, me las sigue preparando como el primer
día porque sabe que lo adoro. Sabe cómo
hacerme la persona más feliz del mundo con un flan de leche condensada, un
trozo de lomo, una paella, una cabecilla al horno o simplemente con unas
patatas asadas con un poco de sal después de una fría tarde de invierno. Pocas
cosas han cambiado; la tradición de la bolsita de gusanitos y el chicle antes
de irnos de su casa o del pueblo, sigue ahí tenga la edad que tenga…
Me encanta, simplemente me encanta hablar con ella. Si no
me cuenta cómo eran las cosas en sus años de juventud, le cuento yo las
chorradas que le ha dado a mi hermana por hacer ese día. Siempre hay algo de lo
que hablar entre ella y yo, el silencio no existe para ninguna de nosotras
cuando estamos juntas.
Disfruto estando a su lado, disfruto escuchándola,
mirándola, aprendiendo de ella… memorizo como si de un número de lotería se
tratara los miles de consejos que me da por experiencia propia.
Son tantos momentos, tantísimas cosas bonitas sobre ella
y tantísimas anécdotas las que podría contar…
Solo sé, que el día que ella falte, faltará también parte
de mi corazón. Se abrirá una gran cicatriz que ya jamás podrá curarse. Ella es
oxígeno para mí, una salida y una entrada, mi “Plan A” siempre que necesito
cualquier cosa sea del tipo que sea… Ójala nunca llegara ese momento porque
sinceramente, lo temo, me da miedo solo imaginarlo… por eso, evito hacerlo.
La quiero, la amo, adoro con todo mi corazón y por eso,
tanto por ella como por su marido, no me pensé dos veces tatuarme su año de
nacimiento en la nuca… Me volvería a remarcar ese tatuaje cada día, sin ninguna
duda. Junto al de PMT (mi madre, yo y mi hermana) es el tattoo en el que más sentimiento
y amor hay puesto.
Ella…
Ella es MI ABUELA ♥
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