lunes, 7 de marzo de 2011

Change...

Hace tiempo me di cuenta que cuando la gente me decía que “había cambiado” tenía toda la razón del mundo. No es que fuera reacia a cambiar, sino que, por algún motivo que todavía se me escapa, no me lo terminaba de creer. Siempre he sido una persona muy poco fanática de los cambios de personalidad, por lo menos, de los cambios hechos a posta (con alguna excepción, obviamente) La gente que es capaz de cambiar su personalidad por gustar a la gente, por creerse superior o simplemente por gustarse a sí misma y aumentar su moral, ciertamente, me da “asco”.

Cambia tus formas de actuar, cambia tus actividades, cambia de amigos, cambia de hobbies si quieres…pero no cambies tu forma de ser que es lo único que te caracteriza y te diferencia del resto del mundo. Es mi forma de pensar, no pretendo que nadie comparta conmigo esta opinión ni que se sienta ofendido.

Como decía, el simple hecho de que las personas de mi alrededor que han pasado toda una vida conmigo me dijeran que ya no era la Patricia que era hace “x” tiempo, me sentaba a cuernos. Siempre he sido muy devota de mi personalidad, me gustaba como era con mis fallos y mis virtudes. A primera palabra e impresión ya digo que me sentó bastante mal, pero poco a poco fui intentando descifrar la situación y el “comentario” por así decirlo. Era verdad, me gustara o no me gustara. He sido fiel a mí misma durante toda mi vida, incluso interponiéndome por personas cercanas a mí que me pedían desesperadamente que cambiara, que no tomara ciertas actitudes…pero algo había cambiado y al parecer, no de un día para otro. Me lo quisieron explicar como una especie de “metamorfosis” .

Bien, pues me puse a pensar y poco a poco empecé a hacerme preguntas y a hablar conmigo misma; ¿qué ha pasado? No puede ser cierto… a ver, ¡no puede ser verdad¡ yo no cambio por nadie, por nada, por ninguna circunstancia del tipo que fuera…

Estaba taaaan confundida… Sin darme cuenta preguntas como “a ver, esto pasó hace 2 años, ¿hubiera reaccionado o hecho lo mismo ahora? ¡Nooo! Pero, ¿cómo hice eso? ¿de verdad dije eso? Madre mía, a ver si van a tener razón…

La tenían. Me fastidió reconocerlo, pero mi “personalidad” o mi forma de ser, ¡había cambiado sin darme cuenta! Yo le querido llamar madurez pues también es verdad que no toda yo de hace 4,3 o 2 años ha desaparecido. Mis principios siguen en pie.

Conclusión. Soy feliz pues soy mejor persona pero sigo fiel a mí misma en muchos aspectos. O sea, algo así como, “Patry’s esence, always and forever”

1 comentario:

  1. Yo no lo llamaría cambio, realmente.

    A mi me ha pasado algo similar... yo me pongo a pensar en como era hace unos años y muchas veces no puedo creer que llegase a ser así... pero te das cuenta de que no actuabas así porque eras diferente a como eres ahora, sino porque no eras capaz de actuar como eras realmente, es decir, que tu personalidad sigue intacta, pero que no la habías sacado hasta ahora; o al menos, así era en mi caso

    No sé si fue porque empecé a tener amigos de verdad y a salir, o fue gracias a internet que me ayudo a abrirme algo más a la gente, pero hace años que dejé de ser aquella niña extremadamente tímida, incapaz de devolver un saludo a alguien, aunque le conociera de toda la vida...

    Aún sigo siendo muy tímida, por supuesto, pero intento ser yo misma siempre, sea quien sea la persona con la que esté hablando.

    Creo que es algo así a lo que te refieres. Y si no lo es, al menos tienes otro ejemplo =)

    un saludo! cuidate ^^ xoxo

    ResponderEliminar