La verdad, aunque teclear sea más rápido que escribir a mano, me quedo con mis dos libretas de la Hello Kitty antes que ponerme frente a un ordenador y, en ambos casos, desahogarme, compartir mis pensamientos, sentimientos, objetivos, planes... ¡Menuda tela! Es que echando la vista atrás me he dado cuenta de que hay de todo en los blogs que tengo y/o he tenido.
Cuánto tiempo ha pasado desde que no escribía una entrada para no hablar de Amor o derivados, ¿no?
Y es que no. Me planteo, por mucho o poco que sea, hablar o escribir simplemente de MÍ en esta entrada. No hace mucho precisamente me ponía yo misma seriamente a plantearme el futuro. Solo ese hecho, el hacerlo, me reconforta e ilusiona a mi misma.
¿Qué si soy feliz? Pues sinceramente, no lo sé. Solo sé que estoy mejor que hace muchos meses y con eso por ahora me conformo. Hubo un "nubarrón" desde Octubre hasta hace escasos días que me anuló como persona al 200%. Un nubarrón que llevaba consigo un montón de mierdas a su paso y que hacía que yo misma, pareciera o me comportara como una persona (por decirlo de alguna manera...) que no he sido nunca ni soy.
Que reconfortante es ahora ver poco a poco la luz, darme cuenta de todos los fallos que he cometido, aprender de ellos y haberme hecho mucho más fuerte a base de tropiezo tras tropiezo. Poco a poco me voy encontrando a mi misma; buscaba a la Patri de hace justo un año, pero, no me voy a conformar con eso. Voy y quiero ser MUCHO MEJOR que incluso antes. Toca empezar a ser serios, a divertirme haciendo todo como debo, a aprovechar cada minuto que esté en pie, a no tirar la toalla y luchar por lo que quiero, a superarme día a día yo misma. A poder gritar un día (y espero que no dentro de mucho...) todo lo feliz que soy y cuántisimo amo la vida, son sus sonrisas y buenos momentos tal que con sus lágrimas y problemas.
Toqué fondo, le ví muy de cerca los dientes al lobo y lo he pasado verdaderamente mal estos últimos meses, pero, ¡cómo me alegro!. Supongo que la vida nos pone a prueba muchas veces y nos mete o nos metemos nosotros mismo en miles de problemas, pero que al fin y al cabo, todo es para bien después.
No me avergüenzo de absolutamente nada. Por cómo soy o como siento y palpo las cosas, estas cosas me tenían que pasar. Por haber utilizado antes el corazón que la mente.... Pero lo dicho: ahora la cabeza bien alta, espalda recta y la cabeza muy ordenada.
Es una pasada, una satisfacción enorme pensar sólo en mí y en la gente que amo y ha estado a mi lado en las buenas y en las malas todo este tiempo.
Sin prisa, pero sin pausa :)
Patri XX
